Gigantes y cabezudos de Alcañiz
Cabezudos de Alloza
Cabezudos de Ariño
Cabezudos de Beceite
Cabezudos de Bello
Gigantes y cabezudos de Calanda
Gigantes y cabezudos de Castelseras
Cabezudos de Crivillén
Cabezudos de la Ginebrosa
Monreal del Campo
Cabezudos de Samper de Calanda
Cabezudos de Santa Eulalia del Campo
Gigantes y cabezudos de Teruel
Gigante y cabezudos de Valdealgorfa
Cabezudos de Valdecara
"Los gigantes[...] A estos los conocí de niño, les traté, les admiré, les cí, olí y toque; si, les toque también ¡Vaya si les toqué! Eran los míos.
Llegaban lo menos hasta el segundo piso, iban serios y graves; ni se dignaban mirar a los chiquillos que les precedíamos. [...] ¡Qué bailes sus bailes, con qué gravedad danzaban, sin que siquiera se les viera los pies! Pero no, no; que yo se los ví, yo mismo, unos piececitos enanos, chiquirriticos. ¡Qué desencanto!"
Miguel de Unamuno, 1887
"¿Y el cabezudo? ¡Qué fiero nos arremetía! Pero observé (yo siempre he sido observador) que era el cabezudo razonable, y que, como el toro, no azuzándole, se pasaba de largo. Le esperaba yo un día en la acera de mi calle, y según él se acercaba, se acrecentaban los latidos de mi corazón [...] ¡Qué rabia! ¡No se lo que le hubiera hecho...! Ni me tocó [...]
Miguel de Unamuno, 1887
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